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Claudia Romero, teatrera por vocación.


Toco la campana que cuelga frente a una vivienda color beige con una reja negra, de inmediato se escucha una voz ríspida – “Pásate Emilio”, entonces quito el candado y llego hasta la puerta de entrada donde me espera la señora Linda sentada en una banca con un pantalón y una navaja de costura en la mano, al parecer le está quitando el cierre – Ahorita sale, se está acabando de arreglar – me dice – siéntate mientras.

Tomo asiento junto a ella y comienza a platicarme sobre su experiencia remendando sus prendas mientras trata de acomodar la cremallera en el pantalón, pero después de varios intentos fallidos termina por arrancarlo – Ya me desesperé, mejor luego le pongo otro, además también debo remendarlo de la cadera, porque con el cinturón ya no me queda – comenta con una risa sincera y un tono nostálgico.



–¡Ay¡, ya llegaste – irrumpe Claudia vestida completamente de negro, desde su blusa, los deslavados jeans y hasta los tenis. – Y yo allá perdiendo el tiempo –. La señora Linda toma sus cosas, se levanta de su asiento y entra a la casa, dejándonos a los dos solos en el exterior, yo me levanto y le ofrezco mi asiento, pero ella toma uno de los dos pequeños bancos frente a mí y se sienta, con nerviosismo saco mi celular para comenzar a grabar, pero la luz del exterior no me deja observar la interfaz por lo que tardo unos segundos más en ponerlo en marcha – ¡Te marcó Raúl! – grita la señora Linda, y Claudia se levanta de su asiento y me deja solo con mi grabadora encendida. Después de unos minutos regresa y esta vez no pierdo ni un segundo en comenzar a grabar.


TEATRERA DE PASTORELA

- ¿Cuénteme, de dónde surgió su gusto por el teatro?
-Yo creo que 3 días antes de que naciera Mauricio, que ya tiene como 40 y tantos años, salí en una pastorela y desde ahí siempre he estado en teatro, no si es el placer por hacerlo por tanto tiempo, de haber cursado una carrera que es peor pagada que el teatro, la Filosofía, eso que me enseñó a trabajar de lo que fuera.
- ¿Y por qué estudiar Filosofía en vez de teatro?
- Por el miedo a estudiar teatro; era mi opción B, pero esa opción siempre es una mentira, la vida me enseñó que se debe tomar al toro por los cuernos. A mí lo que me dejó la Filosofía, es que en el campo laboral la gente no sabe en qué consiste tu carrera, en ese entonces entré a trabajar a la televisión porque estaba peleada con el teatro, y a mi difícilmente me iban a mandar por los refrescos, a eso mandan a los de Comunicación – ambos soltamos grotescas risotadas – como no saben qué estudiaste te dan otras labores, no me arrepiento de haberla estudiado, porque al final era consciente de que lo que me daba de comer era e iba a ser siempre el teatro, incluso estuve 2 años entrando a clases de Literatura Dramática y Teatro, después estuve 3 años en el primer semestre de Dirección con Ludwik Margules, porque siempre acabábamos peleados. Y desde hace 8 años estoy en un taller de dramaturgia que comenzamos en el Foro Shakespeare con Estela Leñero; es un ejercicio constante para mí, me gusta seguir estudiando teatro, todo el tiempo lo hago. Este año abrí un gimnasio para actores de teatro musical, el hecho de estarlo dirigiendo me ha permitido estar muy cerca con las sesiones de los actores.

EXPERTA EN AUDICIONES

-Usted tiene un libro, Audiciones para Teatro Musical – ella se apresura a contestar antes de que termine la pregunta
-Sí, bueno antes la selección de talentos estaba a cargo de las grandes firmas, pero al llegar las franquicias a México se comenzaron a hacer audiciones abiertas, donde podía venir cualquier tipo de gente, se adoptó el sueño de American Idol, donde aquel que cuidaba vacas ahora se convierte en el nuevo talento de Broadway. Esto ha dañado mucho el medio, aunque en efecto no se les debe cerrar las puertas, a estas firmas no les importa si se contrata a la estrella de la televisión o al que fue en la mañana y se formó en la fila, esto provocó que empezara a publicar algunos artículos con consejos, y de ahí nació el libro, le brinda a la gente las herramientas necesarias para hacer sus audiciones.
Claudia se levanta de su asiento y entra a la casa por su cajetilla de cigarros, de la cual saca uno y lo enciende.
-Entonces, ¿es una especie de guía?
-Es más sobre qué se espera y que si y que no hacer, y también decirles que no se claven, mejor hay que seguirse preparando, porque deben entender cómo funciona la cabeza de estas firmas, ellos ya saben lo que quieren y también debes saber que nadie te va a juzgar por lo que eres, sino por lo que eres capaz de hacer. 
- ¿Y cuál es su labor en OCESA?
-Yo organizo la cola, viene una producción, por ejemplo, Caperucita Roja El Musical, entonces yo hablo con la producción y les pregunto qué necesitan, ellos me dicen: “necesitamos una caperucita, un lobo y una abuelita” y que al mismo tiempo sepan cantar y bailar, etcétera. A partir de ahí organizo el calendario de actividades, qué día es la audición de canto, de tal a tal hora se verán a las abuelitas y así. Yo me dedico a organizar la convocatoria, juntar a un equipo creativo nacional, ya sea el que se quedará durante la temporada de la obra o solo para el proceso de selección y preparamos a esa gente, hacemos una preselección y eso es lo que presentamos al equipo de la firma.
El sol del mediodía comienza a hacer efecto en nuestros rostros, donde gotas de sudor empiezan a caer en el suelo y el cabello aún húmedo por el reciente baño de Claudia se esponja lentamente – ¿No quieres que nos metamos? – entonces caminamos al comedor, una gran habitación que se conecta con la cocina y la estancia. Tomo asiento y coloco de nuevo la grabadora en medio de ambos, de pronto se escucha un maullido y un gato de dorado pelaje pasa corriendo hacia la habitación de la señora Linda, quien abre la puerta para dejarla pasar.

CARA DE GENDARME

- ¿Cómo entra a trabajar a Canal 13?
-Había una audición y desde entonces, como siempre, yo hacía la cola y al que hace la cola siempre le toca hasta el último. Yo iba a hacer audición como actriz, hice unos ejercicios que le gustaron al director de la Barra Infantil, tu que me conoces desde que eres chiquito sabes que me cargo una cara de gendarme desde toda mi vida, el director me dice: “si me gustó tu ejercicio pero tienes una cara de matar niños, entonces quiero que seas mi asistente, pero no tengo presupuesto para ti”, y fue hasta los 3 meses que me comenzaron a pagar formalmente, pero yo he tenido que trabajar así muchas veces, comencé como “chofer” y a mí me daba el dinero que se gastaba en “gasolina”. Ya después hacía varias tareas, mandaba cartas y recibía libretos, pero nunca salí en cámara, por cierto.
De lo que me di cuenta trabajando en la tele es que mucha gente invierte para sacar dinero para el teatro, pero te repito en ese entonces yo estaba peleada con el teatro.
- ¿Pero, por qué?
- No sé, ¿tú tienes novia?, ¿no la odias a veces? Es lo mismo, lo que más quieres es lo que más te lastima, te sientes de pronto con ganas de salir, te preguntas que estás haciendo ahí si no estás llegando a ningún lado, le tiré un libreto a un director en la cara, dejé de hacer teatro 6 meses “nunca más”, era tirar dinero y tiempo para que muchas veces ni siquiera recuperaras lo que habías invertido, demasiados sacrificios, entonces dije ¡Ya al cuerno!
La última vez que me peleé fue cuando me corrieron de la Universidad Panamericana, ya que monté una obra sobre el terrorismo del alumno contra la escuela, era una actividad exclusiva para los maestros, entonces obviamente me corrieron y me vi en la necesidad de tirarme a la publicidad. Pero a los seis meses volví al teatro, es una relación enferma, es lo que te gusta hacer y tarde o temprano vas a regresar con tu novia.

¿VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS?

- ¿Cuál ha sido la mejor obra que ha escrito?
-La que no he escrito todavía – responde entre risas mientras termina su tercer cigarrillo– a mí me gustó mucho un ejercicio de 6 páginas que realicé cuando estaba con Margules, se llama ¿Vivos se los llevaron, vivos los queremos? Y trata de una chica que ha sido secuestrada por un mercenario que le pagan por espantar estudiantes, y a lo largo de la obra se dan cuenta que él también había sido secuestrado en el pasado y por mucho tiempo vivió bajo el efecto de las drogas, al final termina por violar a la chica, y se da cuenta que ella era su hermana, es una historia muy impactante, pero aún no se me ocurre un buen final. Lo escribí en 5 días sin levantarme de la máquina.
- ¿Espera algún día terminarla?
-Terminada está, pero el final que se lo invente el director – suelta con una pequeña risa.
- ¿Y en cuanto a la producción o dirección?
-En lo personal me encantó Agonía y éxtasis de Steve Jobs, me encantó el proceso, el resultado y el equipo de trabajo, me gustó que era simple, que tenía toquecitos de tecnología, amé a Poncho Dosal, es mi favorita como producto completo, en general fue la que más me gustó, aunque fue de las que menos éxito ha tenido – comenta con una especie de sentimientos encontrados.

NO ME GUSTA EL TEATRO MUSICAL

Entre maullidos y regaños de la señora Linda hacia su gato, Claudia enciende otro cigarrillo que llena la estancia de una tenue neblina.
-Supongo que siente usted una gran satisfacción al ver una obra después de haber organizado las audiciones.
-Si, como no, ahorita están haciendo una serie de conciertos los chicos que participaron en Hoy No Me Puedo Levantar hace diez años, que por cierto ya no son tan chicos, y cuando los fui a ver dije “todos estos hicieron cola, hace diez años estaban haciendo una audición” y el día de hoy verlos triunfar, eso es padrísimo.
-Eso habla más de una satisfacción de usted que de ellos.
- Pues si caray, eso es un problema, pura satisfacción personal, que a fin de cuentas no es que yo estuviera pensando a los 15 años “voy a ser directora de casting de teatro musical”, nunca, a mí no me gusta el teatro musical, yo prefiero más de otro tipo, aunque reconozco mucho el trabajo que se hace, ya que es una puerta para acercar al público a otro tipo de espectáculo que te remueve, la música es así. A mí me gusta porque en las audiciones de teatro musical te piden que seas tú, no que vayas ya caracterizado o con un papel, aquí se parte de lo que eres y de tu talento, eso es un punto de partida totalmente diferente, en unos medios te piden que personifiques, aquí te piden que te desnudes.
- ¿Y si no le gusta, entonces por qué eligió el teatro musical?
-Es curioso porque yo no lo elegí, nadie quería hacer ese trabajo, yo era gerente de compañía en el 97 cuando estaba en temporada La Bella y la Bestia, y entonces me pusieron a hacer audiciones, era más como “quien no tenga tanto trabajo que haga el casting”. ¿Ves la diferencia? Años después me tocó mandar una “biblia” de audiciones a España, entonces tuve que leer papeles y correos, etcétera, y me interesó mucho, yo en ese entonces era directora residente y pues me interesaba ver que venía para tratar de conservar la chamba, incluso muchos me dicen “tú fuiste muy inteligente y viste hacia el futuro y encontraste ese nicho”, la verdad es que nadie lo que quería hacer, estaba de “hueva” eso de organizar a ver a quien tenían que ver tal día o hacer tal llamada. Fue hasta las audiciones de Hoy No Me Puedo Levantar que me tocó organizar las audiciones y pasé de ser la “pared” a ser el “vengase para acá”, a mí ya no me importaba si el que se presentaba era un patán, yo solo quería que se lucieran y me di cuenta que ganaba más procurando que lo hicieran bien a ser ese obstáculo en su camino, y bueno aparte me gané el cariño de las tropas.
- ¿Quieren algo de tomar? – pregunta doña Linda.
-Agua, por favor – respondo con una voz tan ronca que sería digna de un señor recién levantado.
-Mejor una limonada mamá – interviene Claudia – es un pretexto para hacer una sangría.

¿ES PLAGIO?

Un silencio incómodo inunda la habitación y Claudia se levanta y dirige hacia una de las recámaras, en breves instantes regresa con un cuadro del cartel oficial de La Bella y la Bestia y un ejemplar de su libro Audiciones para Teatro Musical, el cual extiende enfrente de mi sobre la mesa.
- ¿Es un plagio o no?
- No, yo digo que no.
- A mí me encanta – participa la señora Linda
La autora realiza una profunda comparación entre la portada del libro, la cual claramente fue inspirada en el cartel. Sin embargo, trato de convencerla de que no tendrá problemas legales por ello, y hago incluso comparaciones entre la figura tan característica de la Bestia oliendo una rosa, y el hombre con el micrófono en la mano que resalta del encuadernado azul, a lo que Romero sólo asiente con la cabeza mientras el nuevo cigarro rebota entre sus labios.
- ¿Y concluyendo, el libro trata entonces sobre consejos para las audiciones?
- Es más un poco de la idea de qué esperamos de la gente cuando convocamos a las audiciones, de hecho quisiera hacer un manual para las audiciones de video, ya que eso facilitaría mucho el trabajo para nosotros, nos serviría para decirles, si vas a hacer una audición vía digital debes grabar en vivo, cámara directa, no metas efectos, porque muchos mandan grabaciones de estudio, o sea, en ese caso hasta yo canto, si Benny Ibarra canta así, ¿por qué yo no? – bromea – Es muy engañoso, hemos recibido para Bella y Bestia como 1500 videos y fue todo un proceso de filtración, el cual se haría más ligero si se siguiera cierta metodología, yo abogaría por hacer eso, ya no abrirles la puerta a los que no pasen ese filtro.
- ¿No ha pensado anexar ese texto a su libro?
- No lo había pensado, no es mala idea, porque luego hay otros que mandan videos que no sirven o no se pueden reproducir, nos ahorraríamos mucho tiempo y esfuerzo, porque sí recibo muchos correos de todas partes del mundo y es completamente diferente a las audiciones en físico, si de por sí no sabemos audicionar en persona imagínate en video, y luego te engañan, porque hay quien manda playback y es como ¿por qué te escuchas igual a la protagonista de Broadway?, es muy complicado, fíjate que no lo había pensado, pero es buena idea.
- ¿Y cuáles son los beneficios de las audiciones por video?
- En general es bueno, porque así mucha gente puede audicionar desde cualquier rincón del mundo, además le ayuda a los que no pueden presentarse directamente y si son buenos hasta se les paga el boleto para traerlo, si tienen potencial sólo se les hace venir, pero si de plano no la arman pues que ni se presenten.


Libro Audiciones para Teatro Musical


LA ÚNICA EN MÉXICO

- ¿Y qué le espera en el futuro a Claudia Romero?
-Yo espero seguir en OCESA, seguir haciendo castings, me gustaría también poder independizarme y ofrecer estos servicios de manera constante a un medio o a otros productores, pero lamentablemente eso en México no existe.
- ¿No ha pensado irse entonces a otros lugares?
- Es muy chistoso, lo que yo hago soy la única que lo hace en este país, mientras que en otros hay mil personas que lo hacen, aquí nadie tiene este trabajo, porque no hay ninguna empresa que esté periódicamente haciendo castings, seguramente si yo me voy a Estados Unidos voy a ser la más pendeja de todos, aquí hay directores de castings de comerciales, de tele o de radio, pero no de teatro. Incluso me ha contratado el Carro de Comedia de la UNAM para hacerles su casting en algún momento, y lo que sería bien padre sería hacer una empresa que ofrezca y que se mantenga de esto.
- ¿Y eso es lo que le ofrece OCESA?
- No, OCESA me ofrece mi puesto, y está perfecto, pero nadie tiene los recursos que tiene OCESA para decir “mantengo a esta para tenerla aquí para cuando se nos ofrezca”. Afortunadamente eso está cambiando, pero lo que me queda muy claro es que muchos productores me contratan para hacer específicamente audiciones para una obra, he hecho audiciones para Rent, El Hombre de la Mancha, Rey León, Dirty Dancing, Drácula, eso está padre, pero no da trabajo para todo el año, eso de poner un banner en medio de Insurgentes y de pronto me van a llover ofertas de trabajo…JA JA JA.
- ¿Se consideraría usted única?
- Si, por desagracia, entiendo el valor de ser la única persona que se dedica y vive de la dirección de castings de teatro, lo entiendo, pero no me parece un privilegio, ¿Qué tan jodidos estamos que soy la única que vive de eso?, eso solo demuestra que vivimos en un país tercermundista que no ha podido generar el suficiente trabajo como para crear un grupo de gente que se dedique a esto. Últimamente ponen en los créditos quien realizó la dirección de casting, y eso se agradece pues se demuestra que uno finalmente existe.
Entra entonces la señora linda con una jarra de limonada y Claudia se levanta y entra a la cocina, al regresar lleva en la mano una botella de vino y tres copas, las cuales coloca sobre la mesa formando un triángulo. Llena tres cuartos de cada copa con limonada y toma una cuchara, la cual posa sobre el cáliz más próximo a mí y comienza a verter el vino, el cual penetra hasta la mitad del envase y sube a cubrir la superficie, dejando perfectamente definidos ambos componentes de la bebida. Después de hacer lo mismo con las restantes cada uno toma su respectiva copa y realizamos un brindis digno de aquel momento, mientras el gato sigue maullando y el humo del cigarro sale lentamente de la habitación.

Claudia Romero Elizondo
Emilio, octubre de 2016


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